Electrólisis salina
Una electrólisis salina o una cloración salina, es un sistema de desinfección y de esterilización del agua de piscinas. Su funcionamiento se basa en la simulación del agua del mar, por lo que es un tratamiento mucho más natural que los habituales productos químicos.
¿Cuáles son las ventajas de los sistemas de electrólisis salina?+
A través de la electrólisis, la sal se transforma en cloro gaseoso a través de la célula electrolítica, que es un poderoso desinfectante que se puede disolver en agua inmediatamente. El cloro destruye todos los microorganismos en la célula y proporciona el nivel correcto de cloro libre al vaso de la piscina.
El cloro activo eliminado bajo la acción de los rayos ultravioleta del sol es actualizado continuamente por la célula sin ninguna intervención. La cloración del agua salada tiene ventajas, pero es particularmente importante para evitar la manipulación y el almacenamiento de productos químicos peligrosos, olores desagradables, piel seca e irritación ocular. No hay acumulación de residuos y no es necesario vaciar la piscina, lo que ahorra el costo de compra de productos químicos y mantenimiento.
¿Cuánto cloro de electrólisis necesito?+
El cloro electro generado destruye la materia orgánica y patógenos presentes en el agua, transformándose de nuevo en cloruro sódico (sal común, NaCl), por lo que es la solución ideal para piscinas privadas.
La demanda de cloro de una piscina puede variar de unas instalaciones a otras debido, principalmente, a la diferencia en el número de bañistas, factores medioambientales y nivel de mantenimiento general de la instalación. Por ello, en Briaqua ponemos a su disposición una amplia gama de modelos para poder adaptarnos a las necesidades reales de su piscina.
¿Cómo poner en marcha el clorador salino?+
Para poner en marcha un clorador salino, primero asegúrate de que el filtro esté limpio y que la piscina no tenga restos de cobre, hierro ni algas. Si hay un sistema de calefacción, verifica que sea compatible con agua salada.
Equilibra el agua ajustando el pH entre 7,2 y 7,6 y la alcalinidad total entre 60 y 120 ppm. Usa sal común sin aditivos, añadiendo directamente a la piscina (nunca en la célula). Si la piscina se va a usar de inmediato, haz un tratamiento puntual con cloro.
Después de añadir la sal, desconecta la fuente de alimentación y deja funcionando la bomba durante 24 horas para asegurar que la sal se disuelva completamente.
Finalmente, activa el clorador salino, ajustando el nivel de producción para mantener el cloro libre entre 0,5 y 1,5 ppm, comprobándolo con un kit de análisis. En piscinas con alta insolación o mucho uso, es recomendable añadir 25-30 g/m³ de estabilizante (ácido isocianúrico) para proteger el cloro del sol.