Depósitos de gasoil

Entre las múltiples ventajas que van relacionadas con los depósitos de gasoil, la más destacada es que ayuda a evitar accidentes a la hora de manipular el combustible. Además, te ayuda a llevar un control más sencillo y continuado de la cantidad de gasoil que acumulas y usas.

¿Qué depósito de gasoil elegir?

Para los sistemas de calefacción donde el gasoil es el protagonista, es imprescindible tener una serie de factores en cuenta:

1. Que sea homologado. Los depósitos homologados tienen una capacidad máxima de mil litros, por normativa. Si necesitas una capacidad más alta, es necesario la aprobación de proyectos por parte del Ministerio de Industria.
2. Que tienes clara la capacidad que necesitas. A la hora de elegir la capacidad del depósito de gasoil, tienes que centrarte en el volumen de tu consumo, es decir, la cantidad que necesitas. Debes tener en cuenta cuántas personas vivís juntas, el uso diario que hacéis, el frío del entorno donde vivís y, sobre todo, la ubicación y el espacio que tienes disponible para ubicar el depósito de gasoil.
3. Que sabes de qué material es. Puede estar fabricado en metal o en plástico. Los depósitos metálicos son perfectos para zonas en las que el riesgo de poder ser golpeados es más alto. Por ejemplo, en campos abiertos al alcance de algunos animales o en un garaje cerca de donde dejas el coche. Por lo que transmiten más seguridad. Sin embargo, si el depósito va a estar situado en un lugar techado y de poco tránsito diario, un depósito de plástico es una buena opción para ti.
4. Que cuenta con doble pared. El depósito debe contar con una doble pared, para tener un valor de seguridad añadido. De esta manera, aunque se rompa una de las capas del depósito, la otra es la que consigue evitar que el gasoil se derrame y provoque accidentes o se desperdicie el combustible.